Langostino Pesca

Fernando Álvarez pide cuotificar la pesca de langostino para terminar con el ‘desorden’ y la subdeclaración

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Para Fernando Álvarez, el camino para ordenar la pesca del langostino no es pescar menos, sino cuotificar. El presidente de Conarpesa plantea aplicar un esquema similar al de la merluza, que permita planificar la producción, defender precios y dar valor a las compañías. “Pescando la mitad no sirve… si no hay un precio doble no cierra”, sostuvo con firmeza.

En su análisis, reducir el esfuerzo pesquero sin un marco regulatorio claro sólo golpea a los trabajadores. “Yo acepté la tregua por la gente, para que tuviera la posibilidad de trabajar, pero no estoy dispuesto a que los gremios hagan un esfuerzo y que el SOMU no haga”, advirtió. Si se alcanza un acuerdo sindical, confirmó que en marzo saldrán a buscar langostino al norte.

El conflicto con el SOMU atraviesa toda la discusión. Álvarez fue contundente: “Si no arreglan, no muevo un barco”. Cuestionó las amenazas de no firmar en Rawson y recordó los episodios de tensión sindical durante el año, incluidos enfrentamientos con relevos y acciones policiales en la sede del gremio. “Después de todo eso, ¿todavía van a volver a dejar una flota parada por un capricho?”, preguntó.

Sobre la posibilidad de un receso entre fiestas en Rawson, explicó que la propuesta ya fue acordada entre los armadores y que ahora esperan la ratificación oficial. “Es lógico dar unos días de descanso porque la gente trabajó muchísimo”, señaló. Recordó que en la temporada pasada hubo jornadas de diez a trece horas durante cuatro meses seguidos, y que el parate permitiría que los tripulantes vuelvan a sus hogares.

Consultado sobre la apertura de la pesquería norte fuera de la veda, fue claro: “Si hay acuerdo con el SOMU y la Subsecretaría abre, yo voy a pescar”. Subrayó que no se puede fijar una fecha sin resolver antes el conflicto sindical. “Cuando arreglemos nos reunimos, vemos el mercado y decidimos. Antes no tiene sentido”, agregó.

Álvarez cuestionó la idea de reducir capturas como estrategia de mercado. “Tenemos muchísimo langostino salvaje que no tienen en ningún lado del mundo, ¿lo vamos a dejar que se muera en el agua para venderlo más caro? ¿Para que gane menos la gente?”, lanzó. En su visión, el trabajador pierde si se baja la actividad sin un esquema de cuotas que ordene la distribución.

El empresario reconoce que antes no estaba de acuerdo con la cuotificación, pero cambió de posición frente a la situación actual. “Cuando esté cuantificado todo el mundo sabrá lo que habrá, cómo distribuirlo y cómo pelear el precio”, explicó. Sostiene que este sistema permitiría transparentar las capturas y dar previsibilidad a todo el sector.

También apuntó contra prácticas irregulares. “Ahora estamos pescando mucho más de lo que se declara, porque hay barcos que operan fuera de cupo”, advirtió. Para él, la cuotificación pondría fin a ese desorden y daría valor patrimonial a las empresas, ya que las cuotas serían transferibles y formarían parte del activo de cada compañía.

La propuesta incluye un cambio estructural: “Se acabó el norte, el sur, el este, el oeste. Hagan prospecciones, habiliten y que cada uno pesque su cuota y se acabó la discusión”, planteó. Destacó que con un esquema transparente, todos sabrían qué capturar, cómo distribuirlo y cómo negociar precios de exportación, sin depender de decisiones coyunturales o conflictos sectoriales.

Respecto al rol del Gobierno nacional, Álvarez no descarta avances. “No dudo que Juan Antonio tenga la predisposición. Si todos nos pusiéramos de acuerdo y decimos vamos, se podría hacer”, señaló. Mencionó que en el sector ya circulan bocetos de propuestas y que la próxima reunión entre colegas podría servir para dar el primer paso.

Como ejemplo, recordó la experiencia de la merluza. “Al principio se resistían, pero hoy nadie cambiaría ese sistema”, aseguró. Para él, la historia demuestra que cuando hay voluntad y un esquema claro, el sector puede adaptarse. “Hay que decir bueno, vamos a borrar y cuenta nueva para ordenar esto”, concluyó.

La propuesta de Álvarez instala un debate que va más allá de la coyuntura sindical. Abre la discusión sobre cómo organizar de manera estable una de las pesquerías más importantes del país, en un contexto de tensiones laborales, competencia interna y presión de los mercados internacionales.

Fuente: Revista Puerto