Greenpeace ha lanzado una expedición científica de un mes frente a Guyana. El objetivo es documentar la riqueza de los ecosistemas marinos frente a la Guayana Francesa y profundizar el conocimiento del arrecife amazónico. El equipo presente a bordo del barco Esperanza incluirá científicos del CNRS.
Inicialmente, la investigación se centrará en las muchas especies de fauna marina, especialmente los cetáceos: ballenas jorobadas, delfines, cachalotes.
Las aguas marinas de Guyana albergan una biodiversidad excepcional, pero el conocimiento científico y especialmente en la comprensión de los fenómenos que influyen en su distribución en alta mar sigue siendo limitada.
«Estas observaciones, en comparación con las de las campañas aéreas REMMOA,, permitirán probar los modelos de distribución de estas especies ante las condiciones ambientales cambiantes», dice Sophie Laran del observatorio Pelagis. quien forma parte de la coordinación científica de este componente con su colega Olivier Van Canneyt. Se prestará especial atención a las ballenas jorobadas, observadas en los últimos años en la región, para comprender mejor sus orígenes.
Greenpeace y el Arrecife amazónico
La misión continuará estudiando el arrecife amazónico, descrito en 2016, que Greenpeace ha revelado en 2018 que se extiende en aguas de Guyana El alcance de esta extensión aún no se ha confirmado y se trata de saber más sobre las características de este ecosistema original, aún poco conocido. «Cerca de la desembocadura del Amazonas, las aguas son muy turbias y la cantidad de luz que llega al fondo marino es extremadamente baja», dice Serge Planes, investigador del CNRS Criobe [4] y líder científico de este segundo componente.
La estructura del ecosistema debe ser muy diferente de la que se puede encontrar en el agua clara y pobre en nutrientes, donde toda la cadena alimentaria se basa en la fotosíntesis de algas asociadas con los corales. «Los buzos especializados harán las primeras inmersiones profundas en esta zona (entre 80 y 100 metros de profundidad) para recolectar muestras para análisis genéticos. Estos valiosos datos caracterizarán toda la biodiversidad y comprenderán mejor las especificidades de este arrecife.
«Ante las muchas amenazas a los océanos, es esencial comprender mejor los ecosistemas marinos para protegerlos mejor», dijo Thiago Almeida, activista de Greenpeace Brasil.
50% del oxígeno que respiramos
Los océanos juegan un papel clave en la regulación del clima: producen el 50% del oxígeno que respiramos y son bombas de carbono. Sin embargo, en esta región particular del mundo, la actividad petrolera se está intensificando y representa una amenaza para estos ecosistemas.
«Esperamos que los resultados de esta misión proporcionen argumentos científicos para fortalecer nuestra demanda de un tratado global para los océanos, que se está negociando actualmente en la ONU», agrega Edina Ifticene, activista de Greenpeace Francia.
Si este tratado es lo suficientemente fuerte y ambicioso, allanará el camino para la creación de una red global de áreas marinas protegidas, libres de todas las actividades humanas dañinas, para proteger al menos el 30% de los océanos, como recomienda la comunidad científica internacional.
Esta misión científica es parte de una campaña internacional de Greenpeace que pide proteger los océanos, la cual fue lanzada en abril pasado. Durante un año, los barcos de la organización atraviesan los océanos desde el Ártico hasta el Antártico para documentar las amenazas que enfrentan y aprender más sobre sus riquezas.