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La certificación del langostino aportará previsibilidad y certezas al mercado

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La certificación del langostino. La pesquería de la especie Pleoticus mulleri en aguas de Chubut ya goza del Sello Azul de MSC. Satisfacción del Grupo Cliente por el objetivo alcanzado. Abrigan esperanzas que se abran nuevos mercados y que tracciones una mayor demanda del producto.

El Sello Azul de Marine Stewardship Council (MSC) es un Programa de Certificación de Sustentabilidad de Pesquerías que define estándares de sustentabilidad, basado en el Código de Conducta de Pesca Responsable de la FAO.

La noticia de la certificación del langostino ‘onshore’ de Chubut causó satisfacción dentro de las empresas que formaron parte del proceso que demandó diez años. El Grupo Cliente estuvo integrado por las empresas Achernar, Cabo Vírgenes, Consermar, Food Partners Patagonia, Grupo San Isidro, Grupo Veraz, Grupo Conarpesa e Iberconsa.

Logrado el ansiado objetivo, tras un extenso proceso que obligó a realizar mejoras para dar cumplimiento a los requisitos de los estándares, se llegó a la certificación del langostino costero de la provincia de Chubut.

Al momento de trazar balances y manifestar las sensaciones, el General Manager de Food Partners Patagonia, Carlos Molina, sostuvo que “lograr la certificación es, en sí mismo, un objetivo cumplido y condición básica para ofrecer y dar al mercado previsibilidad y certezas de que este recurso, salvaje y focalizado en un área, operado desde un único puerto y administrado por una única autoridad estatal, podrá ser aprovechado en su máxima expresión”, valoró.

El directivo de las empresas que cuenta con plantas de procesamiento en Rawson y Puerto Madryn consideró que “a partir de ahora, así como hemos trabajado en conjunto para la certificación, también debemos hacerlo para obtener un mayor valor, y de manera inmediata”, dijo Molina.

Por su parte, el director comercial del Grupo Veraz, Federico Angeleri, analizó que “fue un largo proceso, muchos años de explicar la necesidad, los beneficios, de pedir los cambios necesarios para poder concretar el objetivo, lo que sin duda al final genera una gran satisfacción”.

A partir de esa obtención plena del sello, “confiamos en que la certificación nos permitirá abrir puertas en nuevos mercados y estamos esperanzados en que esto traccione mayor demanda”.

En tanto, el gerente comercial del Grupo Iberconsa, Pablo Basso, manifestó que para el sector “alcanzar esta certificación, después de transcurrido tanto tiempo, es un gran logro. Nos permite demostrar que nuestro compromiso es real, y echar por tierra cualquier tipo de descreimiento”, subrayó.

Los integrantes del Grupo Clientes pusieron en valor el rol y la tarea desplegada por el Centro Desarrollo y Pesca Sustentable (CeDePesca). En tal sentido, Carlos Molina, dijo que “fue clave, muy necesario y determinante para alinear a los distintos actores y su involucramiento. Con mucha paciencia y determinación, CeDePesca fue convenciendo y empujando el proceso. No fue magia, como se dice por ahí, sino mucho trabajo. Se sabe que es difícil en nuestra industria el trabajo común y colaborativo, y CeDePesca lo logró”, opinó el directivo de Food Partners Patagonia.

A su turno, Federico Angeleri, sostuvo que “ha sido fundamental el apoyo y el empuje de CeDePesca durante todo este largo proceso. Las empresas tenemos otra agenda, sobre todo en Argentina donde vivimos de urgencia en urgencia, que nos imposibilita seguir el proceso tan de cerca y sin lugar a dudas acá la ONG tuvo un rol fundamental porque se involucró en cada etapa, en cada necesidad y lo hizo muy bien”, afirmó el empresario marplatense.

Desde Iberconsa, Pablo Basso, aseveró que “el rol de CeDePesca fue central. La realidad es que muchas de las empresas que conformamos el Grupo Cliente no somos especialistas en certificaciones. Tanto desde el asesoramiento como del seguimiento del proceso, siempre es importante contar con una voz cantante que esté atenta a este desarrollo. Sin dudas, sin el aporte de CeDePesca la certificación no se podría haber conseguido”.

Con todo, la certificación de esta pesquería aporta mayor prestigio, más visibilidad, la posibilidad de mejorar el diálogo entre las partes interesadas, una vía para la introducción de mejoras, protección para los medios de vida, acceso a nuevos mercados, mercados garantizados y oportunidades de promoción.

Y, como se recordará, la certificación tiene una validez de cinco años e incluye auditorías anuales para garantizar el cumplimiento de los indicadores y tareas estipulados en el Plan de Acción, al tiempo que el incumplimiento podría resultar en la suspensión de la certificación.