La Organización Internacional de Ingredientes Marinos (IFFO, por sus siglas en inglés) ha destacado en su informe semestral que la producción mundial de harina de pescado solo ha descendido un 7,5% respecto al año pasado. IFFO valora positivamente el dato, teniendo en cuenta el impacto de la COVID-19 en la industria.
Según la organización, contabilizando solo el mes de junio se obtiene “un rendimiento muy por encima del promedio de 2011-2019”. Añade que las descargas de pescado ha sido un 60 % más altas, aunque este último dato, promedio, lo aduce al efecto que provoca Perú.
No obstante, desde IFFO destacan que “los países del norte de Europa y la India también mostraron una disponibilidad históricamente mayor de materia prima”.
La producción acumulada de aceite de pescado, con información de IP, también disminuyó un 7%, interanual, con caídas significativas en Perú, India, Islandia y EE.UU.
“Se informa una mejora significativa en los países africanos, debido principalmente a un mejor desempeño de Sudáfrica, pero también gracias a la producción adicional de aceite de atún en Costa de Marfil, cuya producción comenzó en 2020”, indica la organización.
China se recupera
El informe de IFFO dedica un apartado exclusivo a China por ser “el principal mercado” de ingredientes marinos. Tras los episodios que vinculaban los productos pesqueros importados con la COVID-19, ”las autoridades de China mejoraron las inspecciones de los productos acuáticos importados y nacionales, contribuyendo a los planes de la industria de recuperar la confianza de los consumidores”, indica la organización.
Los caladeros de China todavía están bajo una veda de pesca con las plantas de harina de pescado aún en un bajo índice operativo. “Las importaciones de harina de pescado están comenzando a aumentar, mientras que los stocks de las importaciones de harina de pescado en los puertos han disminuido ya que el consumo se mantiene estable”, explican desde IFFO.