El término sostenibilidad es tan complejo que, aunque no es del conocimiento de muchos, hasta en la pesca puede ser sostenible. Pescar, de acuerdo al portal Valor compartido, tiene como objetivo proporcionar beneficios económicos de las ventas en el mercado, medios de subsistencia a los que participan en la actividad, y sobre todo, alimento para las personas.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 14: Vida submarina desempeña un papel central en los debates sobre las políticas para mantener la salud de los océanos. El necesario diálogo deberá centrarse en definir lo que constituye un “océano sano”.
Si el criterio para determinar la salud de los océanos es que las aguas sean “lo más cristalinas posible”, incluso la pesca que se practica actualmente atenta contra el ODS 14, y el incremento de la pesca necesario para lograr el ODS 2: Poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria (más información sobre el ODS 2) se convertirá en una grave amenaza.
Según Greenpeace, la pesca sostenible es “aquella que puede mantenerse de forma indefinida sin comprometer la viabilidad de la población de la especie objetivo y sin ejercer un impacto negativo sobre otras especies dentro del ecosistema, incluidos las personas”.
Beneficios de la pesca sostenible
La pesca sostenible “es un método más artesanal y a pequeña escala con beneficios sociales, económicos y medioambientales”, afirma Iberdrola en su portal web; en el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO destacan algunos beneficios de la pesca sostenible:
- Protege la fauna marina: la pesca sostenible respeta los ecosistemas marinos y se adecúa al ritmo reproductivo de los peces para mantener el equilibrio y garantizar la supervivencia de todas las especies.
- Utiliza métodos selectivos: la pesca sostenible rechaza la captura indiscriminada de alevines y especies amenazadas o sin valor comercial.
- Evita el despilfarro: en la pesca sostenible los ejemplares muertos se aprovechan para, por ejemplo, elaborar harinas y minimizar el desperdicio alimentario.
- Contribuye a la seguridad alimentaria: la pesca sostenible a pequeña escala supone el 66% de todas las capturas destinadas directamente al consumo humano.
- Genera empleos y es más responsable: la pesca artesanal sostenible emplea al 90% de la industria pesquera global y es la base del desarrollo de las pequeñas comunidades de pescadores.
- Reduce la contaminación: la pesca sostenible genera menos residuos, minimiza el consumo de energía y reduce el uso de productos químicos que dañan la capa de ozono.
- Certifica la sostenibilidad de las capturas: sellos internacionales como el Estándar de MSC (Marine Stewardship Council) determinan si una pesquería es sostenible y se está gestionando de forma adecuada.
Pesca destructiva
Por otra parte, también se encuentra la pesca destructiva que utiliza métodos más agresivos (como la pesca por arrastre), realiza capturas indiscriminadas y prioriza la productividad frente a la protección del medio ambiente. Además, aprovecha solo el 60% de cada captura y emplea gases contaminantes como los clorofluorocarbonos y los hidroclorofluorocarbonos.
Es necesario que se lleven a cabo importantes reformas a nivel nacional e internacional que acompañen los cambios necesarios para lograr y proteger unas pesquerías sostenibles (por ejemplo: leyes que exijan evaluaciones de impacto previas a la introducción de nuevas pesquerías); y políticas que garanticen que la exportación de la producción de las pesquerías de una nación no se haga a expensas del medio ambiente ni de las necesidades de consumo local, ni ejerzan ningún impacto negativo desde el punto de vista social o cultural.