Texto Karina Fernández Revista Puerto – Título e introducción Pesca Chubut
Chubut
Nacionales
Puerto Madryn
Oscar Fortunato, representante de CEPA en el CFP, encabezó la mesa de la reunión.
De está manera los magnates de la pesca dueños de las plantas pesqueras Iberconsa, Veraz, Newsan y Conarpesa se sumaron a los requerimientos planteados desde hace meses por la Flota Amarilla de Puerto Rawson que viene bregando por la preservación del recurso pesquero no otorgando más permisos de pesca, el cuidado sobre el caladero, el funcionamiento de los entes de contralor, estudios eficientes del INIDEP, la generación de valor agregado a los productos, plan de manejo del langostino, limitación de captura a la cantidad de viajes, respetar el límite de los 18 kilos por cajón de langostino entre otros termas.
Durante el encuentro que mantuvieron con los representantes del CFP los magnates de la pesca solicitaron que se limite el ingreso de más barcos ante la incertidumbre que existe sobre el crecimiento del recurso. Investigación, más controles e incentivo al valor agregado los otros temas.
La semana pasada un grupo de empresas independientes, entre las que figuran los mayores exportadores, se reunieron con las autoridades del Consejo Federal Pesquero en la ciudad de Puerto Madryn. El documento presentado pone en evidencia las falencias de la administración pesquera, como así también los riesgos de no contar aún con un plan de manejo y el ingreso incesante de nuevos actores a la pesquería. Desde la Nación pidieron una propuesta para incentivar el agregado de valor ante los reclamos de los empresarios por los altos costos que desalientan la producción en tierra.
Los dueños y gerentes de las empresas Iberconsa, Veraz, Newsan y Conarpesa se reunieron con los representantes del Consejo Federal Pesquero. Se trata de un grupo de firmas que no se encuentran agrupadas en ninguna cámara y son a su vez las más importantes en la pesquería de langostino, con intereses en el negocio tanto del congelado como del fresco y el reprocesado en tierra. A pesar de no estar nucleadas, presentaron un documento conjunto en el que ponen de manifiesto que se deben atender problemas puntuales por el simple hecho de que al momento no están “seguros de las razones del crecimiento de la pesquería, si es por abundancia o incremento de la flota”.
En ese sentido solicitaron poner el foco en la investigación, ya sea por parte del Estado o a través de la participación del sector privado, como viene ocurriendo en los últimos años; y revisar la entrega de permisos. “Es necesario efectuar un censo de barcos y capacidades de pesca al 31/12/17, limitando el ingreso de nuevos jugadores al caladero por el simple motivo de tener un permiso irrestricto o tener antecedentes de especies no cuotificadas”.
Además requirieron que una vez realizado el censo, se regularice “la situación de los jugadores actuales del caladero, fijando límites de pesca de langostino por barco de acuerdo a lo pescado en los años anteriores y eliminando la resolución que multiplica los topes en los reformulados. Deben respetarse indefectiblemente los topes emitidos por la Resolución 1113, hasta ahora la única limitante vigente en la pesca del langostino”.
Precisamente, haciendo referencia a la Resolución 1113 requirieron a los consejeros que se contemple aplicar, al igual que ocurre con los barcos congeladores tangoneros, la condición de permiso monoespecífico: “El fresquero que quiera dedicarse al langostino debe convertirse exclusivamente en tangonero fresquero, perdiendo la posibilidad de continuar pescando otras especies” y permitirles a esos tangoneros fresqueros convertirse “en congeladores limitando su captura a la cantidad de viajes de años anteriores con un tope de cajones según bodega y 15 kg por cajón”.
Otro de los puntos destacados fue la solicitud de un riguroso control de descargas “para evitar la sobrepesca y los desmanejos en los puertos con barcos que entran con el langostino a granel en la cubierta”. En el acta del CFP quedó registrado, además, que se debe castigar fuertemente a quien traiga pescado a granel, “ya que pone en riesgo la seguridad del barco y genera competencia desleal”. Por tanto propusieron que sean sancionados los capitanes además de la empresa, “inclusive parando el barco”.
También solicitaron que se limite en las guías de tránsito hasta la capacidad de bodega de cada barco medida en cajones y que se sume al SENASA para verificar la calidad del pescado que se descarga. “No puede ser que a los barcos y plantas que procesan fuera les dé lo mismo poner hielo y sulfito al pescado”. Respetar el límite de los 18 kilos por cajón de langostino fue otro de los pedidos dado que aseguran este tope es vulnerado.
Por último solicitaron una mayor frecuencia de las reuniones de la Comisión de Seguimiento de la pesquería y un mayor compromiso del Estado en el proceso de certificación; en tal sentido señalaron que se necesita elaborar a la brevedad el Plan de Manejo, “o al menos que sistematicen las medidas de manejo actualmente vigentes”.
El acta que emitió el CFP sobre la reunión reflejó los pedidos de este sector empresario y agrega además otros puntos que surgieron durante el encuentro, como la propuesta de premiar la incorporación de valor agregado. “En el esquema de reintegros actual el langostino entero tiene un reintegro mayor al de las colas y el pelado y devenado, que a su vez tiene el mismo reintegro”. En respuesta, el subsecretario de Pesca Juan Bosch les pidió a las empresas que eleven una propuesta para ser analizada.
La pesca argentina hoy se encuentra sostenida por el langostino; adoptar un criterio precautorio en cuanto al ingreso de más barcos, no descuidar la investigación y apoyar al sector para desarrollar el procesamiento en tierra parecen ser los pilares de una pesquería sustentable a futuro, tanto en lo biológico como económico y social. La postura de este sector parece apuntar a ello, pero existen actores de peso que buscan la maximización de las capturas sin pensar en el largo plazo. Esperemos que a la hora de generar un plan de manejo triunfe la cordura.