Puerto Mar del Plata
La reunión convocada con todas las partes para analizar la tarifa del servicio no contó con los representantes de las cámaras que nuclean a las ESPES. Mezzamico pidió la garantía de las fuentes laborales.
La reunión para analizar la situación del costo de la estiba en el puerto de Mar del Plata pasó a un cuarto intermedio para el viernes ante la ausencia de los representantes de las tres cámaras que nuclean a las ESPES habilitadas por el Consorcio Portuario.
De todas maneras el encuentro sirvió para que referentes de cámaras empresarias junto con algunos armadores de manera individual dejaran en claro ante el Presidente del Consorcio Portuario su negativa a aceptar el nuevo valor del servicio aplicado por las cooperativas, que de $ 30 la vuelta del cajón para un fresquero, fue actualizado a $ 46 desde principios de este mes.
Los armadores reiteraron su denuncia de cartelización y oligopolio a que los someten las empresas de servicio al ponerse de acuerdo para fijar la tarifa, imposibilitando la libre competencia para poder seleccionar un prestador de servicio distinto al que tienen desde hace años.
Martín Merlini se comprometió a abrir el registro de habilitación de las ESPES, cerrado desde hace mucho tiempo. En la actualidad son 18 las empresas que prestan servicio. Algunas operan sobre la rama del fresco, otras sobre el congelado y también están las que trabajan para una empresa y atienden todos sus barcos.
Mientras se desarrollaba la reunión José Moscuzza expuso la situación que enfrentaba con los fresqueros Don Cayetano y Graciela, completos con 5000 cajones cada uno, que no podían ser descargados ante la negativa de aceptar la nueva tarifa que había establecido Hipocoop.
“La situación se solucionó pero no sé en qué términos”, confió Carlos Mezzamico, secretario General del SUPA, y miembro del Directorio, quien participó de la reunión. “No tengo problemas en que se abra el registro, pero si algún compañero se queda en la calle tiene que ser absorbido por la nueva empresa”, dijo el dirigente.
“Pototo”, en esos instantes de crispación, amenazó hasta con conformar una PyME, registrar a la gente y comenzar a trabajar con la habilitación del Consorcio. No es el primero al que se le ocurre. Ya hay armadores que cuentan con grúas y otras herramientas de trabajo para estibar su propia carga, pero nunca lograron la habilitación del Consorcio.
“Necesitamos actualizar los costos porque muchas ESPES corren el riesgo de desaparecer. Con el aumento pagan casi la mitad de lo que cuesta la estiba en el sur y somos mucho más eficientes”, contó un dirigente de una de las cooperativas.
Los armadores rechazan esos argumentos. Señalan que en el sur es el frigorífico el que asume el pago de estiba, hielo y cajones.
“Ratificamos ante el Presidente y los miembros del directorio que en el puerto de Mar del Plata no existe libertad de contratación, no existe la posibilidad de pactar precios por el servicios de estiba, sino que viene impuesto por una ‘cartelización’ de las cooperativas de estiba”, aseguró Diego García Luchetti, presidente de la Cámara de Armadores. En ese sentido el dirigente remarcó que “es claramente un oligopolio que atenta contra la libre competencia de precios y servicios, violando la ley de defensa de la competencia”.
Mezzamico reveló que la Resolución 220/2009 está vigente aunque reconoció que no se controla su cumplimiento. “Se va a comenzar a controlar a ver cómo están las empresas”, dijo el Secretario General del SUPA al tiempo que aclaró que los afiliados recibieron un 15% de actualización adicional a partir de septiembre, que se suma al 20% acordado en marzo.
La 220 establece el reglamento por el cual se habilitan las ESPES y el personal que realiza tareas de estiba en el puerto local. El punto 2.4 del Anexo establece que “el sujeto de que se trate deberá disponer para las tareas de estiba de un equipamiento mecánico de su propiedad, los que deberán estar debidamente incorporados en el patrimonio de la empresa de servicio, para lo cual se deberá presentar Inventario Certificado por Contador Público, debiendo además documentar su aptitud con certificación profesional competente conforme la categoría en la cual solicite se la inscriba, la que a su vez deberá estar visada por el Colegio Profesional correspondiente”.
El cuarto intermedio se levanta el viernes a las 12,30 y se aguarda que asistan los referentes de las cooperativas. “Más allá de las diferencias que tenemos, estamos abiertos al diálogo y celebramos que sea en un ámbito común a todos como el Consorcio Portuario”, subrayó García Luchetti.
Algunas ESPES realizaron las inversiones correspondientes en tanto otras han solicitado prórrogas que nunca vencieron mientras ninguna autoridad portuaria intentó reglamentar y ordenar la actividad. Todas las empresas mantienen su habilitación y el registro está cerrado.
La queja de los armadores ha obligado a Merlini a zambullirse en un conflicto en el que nunca se involucró en los 30 meses que lleva como autoridad portuaria.
Su habitual ambigüedad para tomar decisiones no parece ser el mejor camino para superar la tensión entre las partes. Mucho menos para hacer cumplir la Resolución 220.
Fuente: Revista Puerto