CEPESCA y Europêche han reclamado este viernes en Ginebra (Suiza) una mayor cooperación entre las organizaciones regionales de pesca y los diferentes Gobiernos para fomentar la sostenibilidad de la pesca y la salvaguarda de la vida marina.Así lo ha manifestado el presidente de Europêche y CEPESCA, Javier Garat, durante su intervención en la jornada conmemorativa del Día Mundial de la Vida Salvaje que se celebra en el Palacio de las Naciones en Ginebra. Garat ha destacado el papel de CITES como una herramienta de gestión más, complementaria a la labor realizada por las ORP, los gobiernos y el propio sector en la gestión y control de la pesca.
A su juicio, CITES debe ser complementario a la labor de las ORP y los Gobiernos en casos de especies en peligro de extinción entre las especies marinas comerciales.
Garat ha insistido en su intervención en la necesidad de fortalecer las herramientas actuales de conservación de las pesquerías, pero ha hecho hincapié en considerar las especies objeto y la manera de las nuevas intervenciones de gestión para, en ningún caso, perjudicar los mecanismos ya establecidos. Estos mecanismos son competencia, fundamentalmente, de las ORP que gestionan los diferentes océanos (ICCAT, IOTC, IATTC, WCPFP, NAFO o NEAFC), así como de los gobiernos, y aseguran una actividad pesquera legal y regulada.
Asimismo, ha manifestado que incluir ciertas especies de peces marinos en el Apéndice II de la Convención CITES (las que podrían llegar a estar en extinción si no se controla su comercio) carece de sentido porque asegura que “no existen prácticas ilegales que lo pongan en riesgo”.
Por ejemplo, se ha referido al majarro dientuso, recientemente propuesto por México para ser incluido en el Apéndice II de CITES, el panel de expertos de la FAO acaba de concluir que, con los datos disponibles, no hay evidencia alguna de que esta especie cumpla con los criterios que exige esta inclusión.
El secretario general de CEPESCA ha pedido más trabajo conjunto de la FAO con CITES suministrando el asesoramiento científico de sus expertos para que la Convención lo tenga en cuenta a la hora de tomar sus decisiones. En este sentido, ha lamentado que la representación de las partes en CITES generalmente se realice a través de los ministerios de medio ambiente que, en muchas ocasiones, están alejados de la realidad de la actividad pesquera.
“Las ORP y los acuerdos multilaterales deben ofrecer apoyo conjunto a los países para salvar la distancia entre las acciones de gestión definidas y su implementación, de forma que cualquier debilidad en la gobernanza que conduzca al comercio no sostenible de una especie marina no se vea reemplazado por el tráfico ilegal, en detrimento tanto de las comunidades pesqueras como del medioambiente”, ha manifestado.
A su juicio es “necesario” que el trabajo e inversión conjunta aseguren que los datos científicos sean la base del posicionamiento de las partes y de la toma de decisiones en CITES, así como que las partes “amplíen su visión más allá de la inclusión de nuevas especies en los apéndices y tengan en cuenta el conjunto de la cadena de valor de las pesquerías”.
Europa Azul