Roberto Pennisi resumió la vida de casi 150 capitanes de pesca, varios que formaron parte de su propia infancia familiar, en un libro cubo de 30 x 30 que pesa 4 kilos y en el que trabajaron 9 meses hasta que vio la luz en una imprenta de Aciriale, en Sicilia, Italia, informó REVISTA PUERTO.
“Si, fue como un parto”, reconoció Rafael Vitiello, el mejor maestro de ceremonias que pudo tener la presentación del libro. A punto de cumplir 81 años y un castellano muy italiano, Rafael se adueñó del prólogo de la ceremonia que se realizó el viernes pasado en un salón del Hotel Sheraton colmado de la familia portuaria. Obviamente, los homenajeados y mujeres, hijos y nietos, pero también autoridades, armadores e industriales del sector.
El libro llegó de Italia a Mar del Plata en barco, como los viejos pescadores que abandonaron Ariciale para hacerse a la mar y desembarcar en estas galanas costas allá por principios de siglo pasado.
En un viejo video grabado hace 12 años por el propio Pennisi, asoman las figuras de viejos capitanes como Turi Salvini, Gioacchino Pennisi, Sarino Arcidiácono, Poppo Pennisi, Giovanni Malvica, Turi Patané, entre otros, contando su peregrinar desde la Italia y cómo era la pesca en esos años.
“Las tapas son rojas porque ese es el color de los barcos; los números de los capítulos dorados para reflejar la grandeza de estos hombres. Y las letras son grandes para que puedan leerlo bien”, dice Roberto que parece haberlo pensado todo, pero que también improvisa, como cuando entrega el primer libro de la noche a Isadora Belich, hija de un capitán, a quien no conocía hasta que le escribió un mensaje diciendo que había soñado con su papá y que él le entregaba el libro.
Isadora es bailarina y esa noche bailó un tango que cosechó aplausos. También estuvo la hija de Horacio Salvini, capitán del Marlin, barco que se hundió en noviembre del 74 en el ingreso al puerto. Es cantante y cantó una canción italiana que provocó más de un lagrimón en la platea multitudinaria.
“Van quedando menos afuera”, dice Roberto, parado en el escenario con una gorra de cartulina, un souvenir para los invitados, sobre los protagonistas de la industria que falta reconocer y destacar.
“De caballos, gauchos y estancias hay miles de libros. De la industria pesquera no hay nada”, acota el autor de la colección “Los italianos del puerto de Mar del Plata”, de 2006 y “Gioacchino y la fábrica de colores”, en 2015. “Nos va como nos va porque hay abogados tomando decisiones de pesca en lugar de capitanes”, dice y el auditorio se confunde en risas y aplausos.
El libro ya se había presentado en julio en Aciriale donde las nuevas generaciones pudieron conocer la historia que tal vez leyeron por cartas. “Capitanes contra viento y marea” cruzó ese Atlántico que un siglo atrás navegaron sus protagonistas, en un contenedor de MSC, como lo reflejó el video que filmó Marcello Trovato, un cineasta que Pennisi conoció en el camino de edición.
El autor promete nuevos capítulos de la historia de la pesca marplatense, “siempre y cuando me dejen vivir siete meses en Italia”; y antes del final, aclara que si alguien está interesado en que le firme el libro, combinan y él los visita en sus casas, para tomar un café y charlar un rato.
Quizás sea ese el secreto para seguir reflotando viejas historias. Para seguir rindiendo tributo.
Roberto Pennisi resumió la vida de casi 150 capitanes de pesca, varios que formaron parte de su propia infancia familiar, en un libro cubo de 30 x 30 que pesa 4 kilos y en el que trabajaron 9 meses hasta que vio la luz en una imprenta de Aciriale, en Sicilia, Italia.
“Si, fue como un parto”, reconoció Rafael Vitiello, el mejor maestro de ceremonias que pudo tener la presentación del libro. A punto de cumplir 81 años y un castellano muy italiano, Rafael se adueñó del prólogo de la ceremonia que se realizó el viernes pasado en un salón del Hotel Sheraton colmado de la familia portuaria. Obviamente, los homenajeados y mujeres, hijos y nietos, pero también autoridades, armadores e industriales del sector.
El libro llegó de Italia a Mar del Plata en barco, como los viejos pescadores que abandonaron Ariciale para hacerse a la mar y desembarcar en estas galanas costas allá por principios de siglo pasado.
En un viejo video grabado hace 12 años por el propio Pennisi, asoman las figuras de viejos capitanes como Turi Salvini, Gioacchino Pennisi, Sarino Arcidiácono, Poppo Pennisi, Giovanni Malvica, Turi Patané, entre otros, contando su peregrinar desde la Italia y cómo era la pesca en esos años.
“Las tapas son rojas porque ese es el color de los barcos; los números de los capítulos dorados para reflejar la grandeza de estos hombres. Y las letras son grandes para que puedan leerlo bien”, dice Roberto que parece haberlo pensado todo, pero que también improvisa, como cuando entrega el primer libro de la noche a Isadora Belich, hija de un capitán, a quien no conocía hasta que le escribió un mensaje diciendo que había soñado con su papá y que él le entregaba el libro.
Isadora es bailarina y esa noche bailó un tango que cosechó aplausos. También estuvo la hija de Horacio Salvini, capitán del Marlin, barco que se hundió en noviembre del 74 en el ingreso al puerto. Es cantante y cantó una canción italiana que provocó más de un lagrimón en la platea multitudinaria.
“Van quedando menos afuera”, dice Roberto, parado en el escenario con una gorra de cartulina, un souvenir para los invitados, sobre los protagonistas de la industria que falta reconocer y destacar.
“De caballos, gauchos y estancias hay miles de libros. De la industria pesquera no hay nada”, acota el autor de la colección “Los italianos del puerto de Mar del Plata”, de 2006 y “Gioacchino y la fábrica de colores”, en 2015. “Nos va como nos va porque hay abogados tomando decisiones de pesca en lugar de capitanes”, dice y el auditorio se confunde en risas y aplausos.
El libro ya se había presentado en julio en Aciriale donde las nuevas generaciones pudieron conocer la historia que tal vez leyeron por cartas. “Capitanes contra viento y marea” cruzó ese Atlántico que un siglo atrás navegaron sus protagonistas, en un contenedor de MSC, como lo reflejó el video que filmó Marcello Trovato, un cineasta que Pennisi conoció en el camino de edición.
El autor promete nuevos capítulos de la historia de la pesca marplatense, “siempre y cuando me dejen vivir siete meses en Italia”; y antes del final, aclara que si alguien está interesado en que le firme el libro, combinan y él los visita en sus casas, para tomar un café y charlar un rato.
Quizás sea ese el secreto para seguir reflotando viejas historias. Para seguir rindiendo tributo.