Los investigadores Adrián Vega –a cargo de la actividad–, Julieta Suárez y Esteban Ricci, del Programa de Maricultura y Biología Experimental del INIDEP, lograron obtener el primer desove en cautiverio de ejemplares de chernia. La Argentina es uno de los tres países del mundo, junto con Nueva Zelanda y España, que desarrolla esta iniciativa.
Los reproductores fueron capturados en el medio natural en el año 2013, siendo juveniles entonces. Fueron trasladados a las instalaciones del acuario del INIDEP con un peso de 3,5 kilogramos, logrando llegar a los 17 kilogramos promedio, perfectamente aclimatados y en condiciones ideales para la reproducción.
La puesta se dio en tres jornadas, la primera el 25 de octubre, la siguiente seis días más tarde y la última el 5 de noviembre. La experiencia fue un éxito y “obtuvieron una muy buena cantidad huevos”; y ello “sin la aplicación de ningún tipo de hormona que facilitara la maduración de las gónadas”, informaron desde el Instituto.
“La aplicación de un estricto protocolo de foto-termo período comenzó a dar sus resultados con más de 150.000 huevos en total y con un diámetro ideal de 2 milímetros por huevo, por lo que se esperan más desoves y que los machos puedan fecundarlos para dar inicio a la larvicultura”, indicaron los técnicos.
Para el desarrollo del cultivo de chernia, los investigadores del INIDEP trabajan en conjunto con colegas del Instituto Español de Oceanografía de Vigo y del National Institute of Water and Atmospheric Research de Nueva Zelanda. Junto con la Argentina estos dos países “son pioneros en el mundo respecto de la implementación de esta actividad”.
Revista Puerto
