Cumplidas las primeras 24 horas del paro total de actividades, dispuesto por la totalidad de los gremios de la pesca y la Marina Mercante, como respuesta a la desatención que el Estado dispensa a los reclamos para que los marinos sean trabajadores estratégicos, desde las carteras de Trabajo, Transportes, Salud y Seguridad se convocó a una reunión de urgencia para intentar destrabar la medida de fuerza.
Según explicaron a Infobae fuentes del sector, los planteos y excusas puestos de manifiesto por los funcionarios durante la misma crisparon los ánimos de los más mansos y es casi unánime la decisión sindical de no volver a surcar los mares hasta se satisfagan sus exigencias sanitarias.
Si bien al decir de los dirigentes consultados por este medio al terminar el encuentro la expectativa gremial estaba centrada en el ofrecimiento de alguna solución que pueda acelerar el esquema de vacunación para este colectivo laboral, desde el arranque del conclave quedó en claro para los gremialistas que el mensaje tenía más que ver con la militancia que con las urgencias sanitarias de los marineros y oficiales embarcados.
Luego de una serie de intervenciones gremiales más o menos coincidentes con el planteo del veterano capitán de ultramar, otros dirigentes complementaron lo dicho por Castro haciendo mención a la precaria atención que reciben en los puertos en los que recalan ante contagios masivos de COVID-19, el mal trato que reciben y la inhumana negación de alojamiento terrestre que muchas localidades portuarias adoptan como medida profiláctica cuando desde un buque en emergencia se solicita ayuda.
La gota que derramó el vaso
La muy desafortunada intervención (según los gremialistas) del representante de la ministra Carla Vizzotti, Juan M Castelli, pareció hacer cerrar filas entre los dirigentes más rígidos y los más conciliadores. El Secretario de Estrategias Sanitarias abundó en detalles sobre los planes de vacunación en marcha, ahondó en las próximas etapas de inoculación para menores de 60 años con comorbilidades y espetó que “en 6 u 8 semanas estaremos en condiciones de reunirnos con ustedes y volver a evaluar la situación”.
Al termino de su alegato, Raúl Durdos -una vez más liderando al grupo gremial- expresó: “Le agradezco al Sr. funcionario de Salud sus palabras, me queda claro que nada sabe de nuestra actividad y lo que me dice no me sirve, no puedo expresarle a mis bases que en 6 y 8 semanas volveremos a evaluar algo cuyo tratamiento no merece demoras”
Llegado el punto en el que ninguno de los invitados ofreció el más mínimo gesto de acercamiento de posiciones y ante el silencio sepulcral de los representantes de Transporte y Seguridad, el Secretario de Trabajo Marcelo Bellotti, apresuró el fin de la reunión convocando a los participantes a constituir una “Mesa de Seguimiento”. Si bien la respuesta al convite fue satisfactoria, los marítimos dejaron en claro que esperaran el llamado del Gobierno con la marinería en tierra firme. “Nada se moverá hasta que nos den una solución, tomen el tiempo que necesiten”, escribió un representante del sector fluvial en el chat de la reunión.
Sector pesquero excluido
Especialmente excluidos de la reunión estuvieron los empresarios del sector naviero y pesquero, principales perjudicados por la medida de fuerza, no obstante se las ingeniaron para estar informalmente presentes y al termino del encuentro manifestaron. “La insensibilidad y falta de visión de los funcionarios presentes es absoluta. Cada día de paro en este negocio equivale a millones de dólares de pérdida y lucro cesante. Los empresarios le ofrecimos al Gobierno comprar las vacunas a nuestro costo y entregarlas a las autoridades sanitarias para su aplicación, la respuesta fue ‘vamos a pensarlo, en todo caso armemos una mesa de diálogo’”, dijeron
En la tarde del pasado martes -a poco de iniciado el paro marítimo- las autoridades de la Federación de Empresas de Navegación (FENA) solicitaron al ministerio de Trabajo el inmediato dictado de la conciliación obligatoria a efectos de neutralizar la medida. Como respuesta a la petición de la entidad empresaria, desde la cartera que conduce Claudio Moroni se informó que el mecanismo conciliatorio no procede por la simple razón de que no hay una contraparte con la que conciliar. “El paro no es por un reclamo salarial sino por falta de vacunas y nadie puede prometer que en algún momento cercano las tendrán disponibles”, señaló el viceministro del área.
Continúa el paro
“Mañana los gremios portuarios, se sumarán a las demandas de los embarcados. No entrarán ni saldrán buques nacionales o extranjeros, no se moverán cargas de exportación ni arribarán las importaciones, no se cargarán buques cerealeros, no se pescará ni se descargaran los pesqueros que regresen a puerto con sus bodegas llenas, no habrá servicio de remolque, ni de practicaje ni nada que tenga al mar o a los ríos como escenario. En un país que clama por divisas, 4000 vacunas faltantes y la negativa estatal a que les sean donadas, terminarán ocasionando un daño de imprevisibles consecuencias”, sentencian al unísono un empresario y un dirigente gremial participante del encuentro.