La temporada de langostino en aguas de jurisdicción provincial avanza y promedia la mitad de la misma. Chubut, logró estabilizar los primeros embates gremiales y algunas dificultades para encolumnarse detrás del trabajo y la producción. Ayer, con mal tiempo en la zona, la flota no salió a pescar después de varios días de pesca consecutiva. Consultamos a algunos empresarios del sector.
Es evidente, después de un mercado muy complejo durante la zafra en aguas nacionales fundamentalmente para el langostino entero congelado a bordo, que aún no se recuperó y que marca evidencias de un año por delante difícil enmarcado dentro de un panorama de consumo recesivo; Chubut goza de otra perspectiva.
La industria primaria extractiva avanza, con muy buenas capturas de langostino limpio de fauna acompañante y de excelente tamaño y calidad comercial L1 L2.
Hay varios costeros alcanzando las 600tn en el mes, pero el promedio de la flota ronda las 390 tn, algo así como 23000 cajitas. Siendo una excelente temporada que rebalsa de materia prima (trabajo) a la industria manufacturera continental; que lo procesa en su mayor medida convirtiéndolo en colita C-1, absorbido rápidamente en el mercado internacional.
El negocio, este año es la pesca, los barcos costeros amarillos. Todos los días ingresando a puerto completo, con distancias mínimas de una hora y media de navegación hasta el caladero, junto a un precio formal de u$s2.50 y algo más, hasta alcanzar los u$s3/3.10. De esta manera, convirtieron a la empresa primaria en un muy buen negocio.
Afortunadamente eso genera reinversión y apuestas a renovación de flota, bienestar en los participantes, ¿y por qué no decirlo? generación de riqueza entre armadores.
Por el lado de la industria, los costos son altos, con mano de obra que aumentó sustancialmente sus ingresos, acordes a la inflación, pero con una excelente calidad de material.
La colita C-1 se vendió en principios de zafra a u$s 9400/tn, ahora un poco más fluida en u$s 8.800.
La zafra transita un muy buen desempeño pero, fija algunos alarmantes números para la mano de obra de capitanes, maquinistas y tripulantes de la zafra de nación.