Los barcos que operan en el sector norte sobre el langostino, a la altura de los paralelos de 41º y 42º Sur, no son muchos. El sistema de monitoreo satelital de la Subsecretaría de Pesca contabiliza solo 36 pesqueros, algo que se preveía luego de que las grandes empresas del sector anunciaran que reducirían a un tercio la capacidad operativa de su flota. El año pasado, se comenzó a pescar en esa zona a fines de febrero y llegaron a ser 65 los buques, así lo informó REVISTA PUERTO:
Según la información que llega de los buques congeladores que operan en la zona de pesca, las capturas son buenas, a razón de entre 8 y 15 toneladas diarias con lo que completa un congelador la producción diaria; en el caso de los fresqueros han llegado a las 20 toneladas por día. Pero reconocen que con aumento de las horas de arrastre, hasta superar las dos horas.
El retraso del inicio de la temporada en el norte evitó escenarios de explotación poco sustentables como los observados el año pasado, cuando se registraron capturas con más del 50% de hembras impregnadas y niveles de bycatch que llegaron al 59%. En abril de 2019 la pesca incidental había bajado al 30% y ahora estaría en promedio por niveles más bajos a los máximos permitidos y un porcentaje de hembras impregnadas aceptable. De todas formas habrá que esperar a conocer los datos de los observadores para tener una confirmación.
Los tamaños de los ejemplares capturados son grandes. El mayor porcentaje está representado por L1 y L2 pero por la época del año, la calidad del langostino no sería la mejor. Luego de la reproducción mudan de piel y eso les da menor firmeza. La calidad de este producto fue un tema que el año pasado generó rispideces entre los empresarios, porque algunos consideraban que había contribuido a la baja del precio.
Situación en los mercados
Las ventas siguen siendo muy bajas. Europa está comprando poca cantidad y a un precio bajo. En España ni siquiera hay un diagnóstico único del comportamiento de la demanda, ya que los empresarios nucleados en el Comité de Crisis hablan de un aumento del consumo de pescado fresco y las estadísticas oficiales de un aumento del congelado
“Las compras en el conjunto de la pesca se mantienen estables con respecto a la misma semana de 2019 (+0,7%), con incrementos del 37,9% en la adquisición de pescado congelado, ligero descenso en pescado fresco (-4,4%) y mantenimiento en conservas de pescado (-0,7%), después del estocaje realizado durante la semana 12 (del 16 al 22 de marzo)”. Así lo indica un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español, publicado el 5 de abril.
En Argentina los comercializadores, a partir de su experiencia, coinciden con los datos oficiales pero a la vez algunos señalan que ese aumento en los productos congelados que se ha registrado, prácticamente no alcanza al langostino, porque es un producto que en España y Europa se consume en restaurantes y hoteles.
Por otra parte, el mercado chino parece estar atreviéndose a realizar compras para abastecer algunas plantas de procesamiento. Si bien la situación de apertura es de una gran inestabilidad, ya se han realizados algunos pedidos y la cola de langostino para reproceso reporta algunas compras. Pero nadie se esperanza con un crecimiento, ni siquiera con una continuidad.
En cuanto a los precios, en todos lados se está trabajando sobre un margen de ganancias muy bajo y consideran que sería difícil mantenerse por debajo de los actuales niveles. En algunos casos se ha llegado a vender a menos de cinco dólares el kilo.
No hay por el momento preocupación por el impacto que podría tener la baja del combustible sobre este producto porque su competidor, el vannamei, es una especie de cultivo que no se ve afectada directamente por este insumo. Pero sí temen por el impacto que podría tener en otros productos como la merluza o el calamar, en los que los competidores podrían ofrecer un mejor precio al beneficiarse con una baja en el combustible.
