En Grecia, hay una escuela de pesca, Enaleia, que aparte de capacitar a los jóvenes en este oficio para intentar que esta actividad continúe en el futuro, instruye sobre cómo ejercerla de modo sostenible, capturando lo justo para garantizar la supervivencia de las especies al tiempo procurando tener suficientes ingresos. Y mientras forman a los jóvenes, alientan a los profesionales ya experimentados a retirar del mar los plásticos que encuentren, para lo que reciben compensación económica.
Aunque en ese sentido en Galicia ya hay iniciativas similares en marcha, la griega, que ha sido seleccionada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente entre las 5 mejores acciones en Europa de este año con un impacto positivo en el medio, ha servido de inspiración al grupo de los socialistas gallegos para presentar la moción con la que reclama a la Xunta que orqueste programas de recogida y recuperación de residuos marinos, en los que los desperdicios que el profesional retire del mar se remuneren como si de pescado se tratase.
La iniciativa fue aprobada ayer por unanimidad en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Galicia. La portavoz socialista en esa materia, Patricia Vilán, abogó asimismo por «desenvolver campañas de información e sensibilización» para la recogida de residuos, además de organizar un «plan específico para a reciclaxe de todos os obxectos recollidos, xa sexan redes, cordas, plásticos, latas ou outros refugallos».
Partida específica
Ambos puntos fueron aceptados, al igual que el que plantea instar a la Xunta a que, antes de que concluya la legislatura, reserve ya en el 2020 una partida específica con la que financiar tanto el pago de la basura a los marineros como las acciones de sensibilización y reciclaje.
Al defender la propuesta, Vilán expuso que la UE, con 50 millones de toneladas, es el segundo mayor productor de plásticos del mundo, que se calcula que ocho millones acaban cada año en el mar y recordó la profecía del Foro Económico Mundial: que en el 2050 en el mar habrá más plásticos que peces.
Varias iniciativas de valorización de residuos recuperados en Galicia
La flota del puerto de Marín, los arrastreros y la bajura de A Coruña, las embarcaciones que amarran en Vigo, los barcos de Cambados… De una u otra forma, los pescadores gallegos ya han tomado contacto con eso de pescar basura.
Sea como los coruñeses en el marco del proyecto Upcycling the ocean, en el que los desperdicios marinos acaban convertidos en anoraks, bolsos o fundas de tabletas; sea como en el caso de los vigueses en el programa Oceanets, que busca dar un nuevo uso y una nueva vida a las viejas redes de pesca recuperadas del océano; sea como los marinenses en el marco de Repescaplas, que persigue ver renacer con otra utilidad y valor a los plásticos rescatados; sea como los de Cambados embarcados en CleanAtlantic; sea por libre…
Lo cierto es que la preocupación por la proliferación de plásticos procedentes de tierra en los fondos marinos o flotando entre aguas hace tiempo que ha catalizado en acciones proactivas por parte del sector. Iniciativas que en ninguno de los casos lleva asociada compensación económica para el marinero. Ese esfuerzo es el que ahora quiere recompensar el Parlamento.