En la madrugada del viernes pasado, el buque pesquero “Verdel”, de la empresa Iberconsa, llegó al puerto de Madryn desde Mar del Plata. Una semana después, tras haber dado positivo de coronavirus cinco de los marineros, cuarenta de los sesenta tripulantes tienen síntomas y aún no han podido descender a la ciudad.
Al respecto, el tripulante Gustavo Ceranio conversó con LaCienPuntoUno esta mañana, y remarcó la situación de hacinamiento que viven en el barco, en el que comparten camarotes de cuatro a ocho personas.
Además, remarcó que es muy fácil el contagio debido a que en el barco “compartimos utencillos de cocina y espacios. Imagínense si ya es difícil hacerlo en casa, lo que se dificulta aislarse en un espacio reducido”
“No nos comunicaron donde nos van a llevar cuando nos bajen”
Por otro lado, fue crítico de la empresa Iberconsa al afirmar las maneras que tienen para enfrentar la situación, remarcando la hermeticidad que manejan y la falta de comunicación con la tripulación. Por esto, Ceranio los denunció y afirmó que no se encuentra nada que no corresponda: “Es salud, mi salud, la de mis compañeros”.
“Estabamos a 300 metros y ayer nos despertamos a 12 kilometros. El capitán tendrá que dar su explicación del porqué de la maniobra”
Para cerrar, remarcó que iban a dejarlos bajar durante la jornada de ayer, pero la situación climática no permitió el arribo al puerto, por lo que están a la espera de un comunicado que confirme cuando podrán descender de la embarcación.