El gremio tardó en firmar el paro y muchos barcos salieron a pescar. En Mar del Plata retuvieron a merluceros y hubo tensión en el muelle. El SOMU se declara en libertad de acción aunque ya cerró la paritaria 2018. Qué ocurrirá cuando la flota intente volver a salir a langostino.
A más de 48 horas de que el SICONARA haya decretado un paro en barcos fresqueros de altura y costeros que operan al langostino y también a merluza desde de Mar del Plata, todavía las consecuencias de la medida de fuerza no se sienten de manera generalizada y crece la incógnita por la manera en que evolucionará la medida en los próximos días.
El paro que anunció Jorge Maldonado el jueves por la tarde luego que fracasara la última audiencia en el Ministerio de Trabajo y se extinguiera el período de conciliación obligatoria con las cámaras armadoras, recién se hizo efectivo el viernes a la mañana, más de 12 horas después que el dirigente de Rawson confirmara el inicio.
En ese lapso barcos fresqueros zarparon de distintos puertos. Desde Camarones salieron el María Rita, Araucania y Victoria II. Desde Madryn el Félix Augusto y de Mar del Plata zarparon todos los que habían entrado con langostino en bodega: Marisco I, San Cayetano, Marbella y Antonino.
Dirigentes del SICONARA Mar del Plata tuvieron que presionar al propio Maldonado y a Armando Alessi para que el Secretario General del gremio firme el comunicado que había comenzado a circular a primera hora del viernes, sin fecha y sin ninguna rúbrica, solo con el logo del sindicato.
Maldonado con un grupo de dirigentes de Rawson recorrió el muelle el viernes después del mediodía y presionó a algunos conductores para que adhieran al paro. “Sin el aval de la firma del Secretario para decretar el paro, nadie podía parar porque los compañeros corrían el riesgo de ser despedidos con causa por no acatar la orden de zarpar”, confió un allegado a la delegación local del gremio.
Mientras desde las cámaras empresarias insistían en la inviabilidad del pedido de los conductores de Rawson y otros armadores cuestionaban la intencionalidad y discrecionalidad de la medida, el SOMU avisó que a partir del 2 de agosto se declara en libertad de acción “de no llegar a un acuerdo con las cámaras por la paritaria 2018”.
El SOMU ya firmó la paritaria con las cámaras armadoras marplatenses en mayo pasado junto con los otros gremios, pero queda pendiente definir la negociación con la cámara de buques congeladores y ese sería el disparador de la medida de fuerza.
“En dicho acuerdo las partes se comprometen a mantener la paz social en procura de conservar el desarrollo económico de la actividad pesquera y la prosperidad de sus trabajadores”, recordó Fernando Rivera, presidente de CaIPA, durante el fin de semana.
Para esto el planteo de Maldonado sumaba barcos parados en muelle. Franca, Don Cayetano y Malvinas, con alguna tensión a bordo porque el conductor no quería sumarse al paro, según contó un afiliado de Mar del Plata.
“Decían que la gente estaba desesperada por parar pero ahora salieron varios y otros no quieren plegarse”, agregó la fuente.
“Es un despropósito lo que están haciendo. Paran barcos merluceros pero los congeladores siguen pescando y otros están armando para corvina sin problemas”, cuestionó un armador que integra la Cámara de Armadores de buques de Altura.
“Voy a ir a la justicia, yo no negreo a nadie, solo soy un trabajador que quiere vivir en paz”, aseguró y mostró un recibo de sueldo de un oficial de máquinas en el mes de junio por casi $270 mil pesos, aunque pidió que no se haga público.
Maldonado ha reiterado que el conflicto no es salarial sino para que la flota fresquera de Mar del Plata ponga en blanco lo que abona en negro. Ha dicho que los conductores reciben salarios insignificantes en sus recibos y en algunos casos inferiores a los 20 mil pesos.
“Esa afirmación es falsa y si fuera cierta, Maldonado lo que debería haber hecho, si tiene una representación gremial, es pedir las diferencias en las liquidaciones que podían corresponder a los conductores”, subrayó Rivera.
Con varios fresqueros regresando a Mar del Plata con la bodega completa de langostino las próximas horas serán cruciales para comprobar el verdadero grado de adhesión que tiene Maldonado y la cantidad de buques que quedan parados en muelle.
