El potero Arbumasa XXVII inauguró la temporada de descargas de calamar en el puerto de Mar del Plata, rodeado de barcos en reparaciones o a la espera de volver a zarpar como el “Mellino I”, “Don Santiago”, “Marcala I” y el “Virgen María”.
El buque de la empresa Bal Fish (Pascual Baldino) amarró en la sección octava del muelle 2 y este lunes a primera hora comenzó a vaciar las 600 toneladas que trajo en bodega, tarea a cargo de la empresa Riomar, la cual dispuso de 55 estibadores durante las más de 9 horas que se extendió el trabajo.
En simultáneo, del otro lado del muelle, en la sección sexta, se descargaba un barco con vieira, el “Miss Tide”, y al pie del muelle se dibujaba una larga fila de camiones con contenedores que esperaba su turno para completarse y salir por terminales porteñas.
Son los dos primeros barcos con producto congelado que los estibadores pueden descargar en lo que va de enero en los muelles del puerto local.
«Por suerte este llegó antes que el año pasado, los primeros jornales los registramos entre el 5 y 10 de febrero», contó Félix Giménez, uno de los estibadores de Riomar, mientras combatía el calor agobiante con una gaseosa fresca.
Parte de sus compañeros distribuían los pallets que llegaban desde el interior del buque con pastillas de 12 kilos a las cámaras frigoríficas de tres camiones estacionados de culata a pocos metros.
«Venimos a Mar del Plata porque acá tenemos armada toda nuestra logística», dice Jorge Baldino, el hijo de Pascual, que camina el muelle atento a toda la operatoria. «La mayoría es doble SS y el resto S. Operamos entre los paralelos de 45º y 46º Sur. Todo va a cámara, después veremos dónde se reprocesará la parte que tenemos que hacer en tierra para cumplir con el compromiso del permiso de pesca», reveló el representante de la firma armadora.
El «Arbumasa XXVII» cuenta con 29 tripulantes a bordo. El año pasado capturó cerca de 2 mil toneladas. Para Baldino el arranque de la temporada es bastante parecido al del año pasado, como coincidieron varios armadores ligados a CAPA.
«El promedio ronda entre 35 y 40 toneladas por día. La mejor noche pudimos pescar 52 toneladas y otras en que hubo mal tiempo apenas levantamos 13 toneladas», especificó Jorge, en tanto anticipó que volverán a la misma zona de pesca para completar la segunda marea.
